El próximo día 31 a solo unos minutos de despedir este 2.022 y darle la bienvenida a un nuevo año, que seguro vendrá cargado de alegría y buenas intenciones, tendremos preparadas, en el mayor de los casos, nuestras doce uvas de la suerte, para que la suerte no nos falte en el nuevo año venidero. Esta tradición es puramente española, pero como imaginaréis existen multitud de tradiciones a lo largo de todo el mundo para hacer, de “forma correcta” la entrada a cada nuevo año.
Por ejemplo, en los países anglosajones, es habitual besarse una vez finalizadas las doce campanadas, con la excusa, de que si no lo haces, tendrás un año completo de “sequía”. En algunos países sudamericanos, para asegurarse un año plagado de viajes y aventuras, pasean una maleta vacía por toda la casa o en Dinamarca comienzan el año buscando la suerte rompiendo la vajilla con la que han disfrutado de la cena de Nochevieja.
Pero existen muchas más. En Japón tocan 108 campanadas, para redimir los pecados del hombre. En Rusia queman un papel y se beben las cenizas con champán. Quema de muñecos, fuegos artificiales, películas tradicionales o saltos, son algunas de esas tradiciones que nos hacen creer que este nuevo año nos traiga todo aquello que hemos añorado en el año que se acaba.
Así que desde aquí nos sumamos a esos deseos, de que todo lo malo desaparezca con el año que se va y que este 2.023 venga cargado de alegrías, esperanza y sobre todo mucha salud para tod@s.