A día de hoy sigue siendo noticia, muy a nuestro pesar, la erupción volcánica de cumbre Vieja en la bonita isla de La Palma, que afecta ya a casi 900 hectáreas, habiendo “engullido las diferentes lenguas de lava más 2.000 edificaciones y que ha obligado al desalojo de casi 7.00 personas según ha informado la PREVOLCA (Plan Especial de Protección contra el Riesgo Volcánico).
Y es que el magma que reposaba en el interior de Cumbre Vieja antes de que éste enfureciera, salió al exterior, ye en forma de lava que al enfriarse y solidificarse ha provocado una notable transformación geográfica en la isla, llegando incluso a ganarle terreno al Atlántico al llegar sus lenguas a la costa. Todos estos materiales que se encuentran bajo la corteza terrestre, son los que en su gran mayoría estamos tan acostumbrados a ver en nuestra vida cotidiana. A veces la Tierra lo expulsa a voluntad propia como ha ocurrido en La Palma y la inmensa mayoría de las veces es el hombre el que se encarga de extraerlos con la construcción de las archiconocidas minas de extracción.
Y es que desde que el hombre comenzó a usar por primera vez materiales cerámicos en sus construcciones (ladrillos de adobe cocido) son numerosas las variaciones y mejoras que se han ido incorporando al mundo de la construcción, desde la inclusión del hierro en las edificaciones hasta el uso actual de polímeros (plásticos, cementos, adhesivos, etc.) utilizando y transformando esos materiales que nos ofrece la naturaleza, hasta convertirlos en artículos que consiguen aumentar nuestro bienestar y en consecuencia, mejoran notablemente la calidad y belleza de las nuevas construcciones con el uso de porcelánicos, mármoles, nuevas lozas para baños…) y continuar así “creciendo” a lo largo y ancho del planeta, ganándole terreno, como estos días continúa haciendo en la isla de La Palma el volcán de Cumbre Vieja.